Lo primero es que esta paletas es una reedición que ya salió
el año pasado, con otra brocha, pero las sombras son las mismas. La brocha
tengo que decir que me gusta más la de esta edición, me parece más versátil y
diferente que una lengua de gato común (la brocha, no el gato).
Mis bajas expectativas con las paletas de sombras de la
marca se han mantenido. Las paletas son baratas lo cual está muy bien para
conseguir productos de alta gama a un precio razonable, pero cuando esa reducción
se debe, no solo a una reducción de gramos (que eso es razonable), sino a una reducción
de la calidad del producto ya no mola tanto.
Aunque las sombras se siguen
trabajando bien con la brocha en el parpado algún matiz se pierde por el
camino, y ya ni hablar de cuando intentamos hacer un swatch. Me pasa igual que
me pasó con la Narsissist en su día con el consiguiente chasco, más grande en
el caso de la hermana mayor, pero al fin
y al cabo chasco.
Yo la seguiré usando, como la Narsissist y en combinación
con ella, pero las sombras individuales, los dúos e incluso los tríos, tienen
mejor calidad que las paletas, así que no sé hasta qué punto compensa comprar
estas paletas cuando el producto no da todo lo que puede dar.
Os dejo un look de los que más he repetido con esta paleta:
la sombra Kalahari en todo el parpado móvil y la Galápagos dando forma a la
cuenca. La Alambra para iluminar el lagrimal y listo.
Fotógrafo: Antonio González Da Silva (enlace a su web)
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