Gracias a los set de minitallas que todos los veranos saca Clarins, he podido probar un par de versiones de mascaras de pestañas de la marca y he querido haceros un Compara2 para resumir mi experiencia con ellas.
La máscara Instant Definition genial en casi todos los aspectos, pero tiene un pequeño detalle que hace que pierda muchos puntos. La formula es
muy negra y deja bastante fijas las pestañas horas, aguanta sin caerse en la
zona de la ojera el rato que la lleves puesta.
Hasta aquí estupendo, pero lo
que es una pena es el gupillón que trae, es un híbrido de silicona y sintético,
tiene una punta demasiado larga de silicona y el resto de cerdas sintéticas. No
le encuentro la utilidad a este tipo de cepillos, es imposible no mancharse si
quieres dar una capa de cada y los pelitos de la parte de silicona están muy
separadas y son más cortos que los otros y se queda mucha cantidad de producto.
Para terminar de usarla he tenido que cortar la parte de silicona cansada de
ella.
En cambio de la
máscara Be Long lo que no me ha resultado nada del otro mundo en cuanto a la
fórmula. Sí que las deja alargadas, pero no tiene la fuerza suficiente como
para dejármelas curvadas y van perdiendo curvatura a lo largo del día. El
cepillo en cambio me convence más, todo de cerdas de silicona, separa muy bien
las pestañas sin que parezcan patillas de araña y les da cierto volumen desde
la raíz. Como la Instant Definition no se cae a la zona de la ojera y
aunque dura puesta hasta desmaquillarme,
no se mantiene como recién aplicada.
Como de la Instant
Definition tenía dos envases, quise probar su fórmula con el cepillo de la Be Long, combinar las cosas buenas de cada
una y solo puedo decir pestañazas. Es la máscara a la que seguro volvería en el
futuro, de las que siempre tienes en tu recamara como un seguro, pero la marca debería
replantearse ese gupillón tan sumamente extraño e incómodo.
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